¿Tienes dolor de cuello y hombro?

Tanto el dolor de cuello como el de hombro son quejas musculoesqueléticas comunes que dan cuenta de muchas visitas al médico cada año. Los principales factores de los síntomas del hombro son diversos y pueden incluir el complejo del manguito rotador, la articulación glenohumeral, la articulación acromioclavicular, la articulación esternoclavicular y otras estructuras de tejido blando e inerte alrededor del hombro.

Sin embargo, el cuello en sí mismo también puede crear una cantidad de dolor/síntomas de hombro. En la columna cervical, el movimiento se logra desde el zygapophyseal y las articulaciones descubiertas, que son articulaciones sinoviales entre dos vértebras. Junto con el disco, las articulaciones facetarias para ayudar en la distribución de la fuerza/carga y guiar el movimiento espinal a través de sus interconexiones y las formas de sus superficies anatómicas.

Cuando estas cápsulas articulares se irritan o inflaman, pueden remitir el dolor a otras zonas del cuerpo. Esta irritación puede deberse a la hipermovilidad subyacente, a la artritis de las articulaciones facetarias, a osteofitos degenerativos o a espolones descubiertos, a la rigidez de las cápsulas articulares, al acortamiento o a las cicatrices de la hipomovilidad de los segmentos de movimiento prolongado y al espasmo muscular protector.

Los segmentos cervicales

Los segmentos cervicales superiores C0-4 a menudo refieren el dolor a las regiones temporales y occipitales de la cabeza. Los segmentos cervicales inferiores C4-7 remitirán el dolor distalmente a las regiones periscópicas superior, media e inferior, a menudo imitando el dolor de hombro.

Un examen clínico muy completo incluirá pruebas tanto de la columna cervical como del complejo del hombro, asegurándose de incluir la neurología, el movimiento intervertebral pasivo fisiológico y accesorio, y la estabilidad articular direccional. Este enfoque ayudará al diagnóstico diferencial.

Tratamientos para el dolor de cuello y hombro

Su médico le proporcionará un enfoque de intervención multimodal, que incluye técnicas de movilización manual, así como ejercicios de fortalecimiento, resistencia, flexibilidad, trabajo postural, coordinación y aeróbicos/funcionales, puntualiza el fisioterapeuta Miguel Peña.

En el caso del dolor de hombro crónico derivado del cuello, los clínicos a menudo también proporcionan educación y asesoramiento al paciente centrándose en la seguridad, el estímulo, el pronóstico y el control del dolor. Se ha comprobado que la movilización combinada con un programa de ejercicios submáximo individualizado y progresivo es beneficiosa.

Esto incluirá ejercicios de fortalecimiento cervicotorácico y escápulo-torácico. En ciertos casos, las modalidades electrofísicas como el IFC y el TENS pueden utilizarse para ayudar en el manejo de los síntomas y permitir una mejor participación en el programa de rehabilitación activa.

En casos crónicos, si no hay contraindicaciones y se discute y recibe el consentimiento, la manipulación o movilización cervicotorácica combinada con el estiramiento de la faja de los hombros y el cuello, el fortalecimiento y la resistencia ha demostrado ser una intervención beneficiosa? También puede utilizarse la tracción cervical intermitente combinada con las intervenciones antes mencionadas.

En los casos crónicos que no responden al tratamiento, puede recomendarse la remisión a la radiología de intervención para que se considere la posibilidad de aplicar inyecciones de facetas de intervención con fines tanto diagnósticos como terapéuticos. Esto por sí solo puede permitir que el cliente participe mejor en un programa de rehabilitación activo, pero a menudo se hace un seguimiento con bloques de rama media comparativa para considerar la posibilidad de aplicar terapias de ablación por radiofrecuencia.