Tras poco más de 3 años de vida, el actual Tucson, el superventas de Hyundai, recibe un nuevo restyling. Muchos cambios exteriores e interiores, pero también bajo el capó, con la apariencia de una micro hibridación.
El cambio no es radical en cuanto al estilo, que en cierto modo es un homenaje a las líneas que ya tenía el modelo. El Tucson causa una buena impresión desde el principio y tiene un aspecto tan bueno y refinado como sus competidores del segmento. Las dimensiones del Tucson han cambiado mucho. Este modelo tiene esencialmente las mismas dimensiones que el primer Santa Fe: 4,5 m de longitud, es igual de ancho y de alto con unos pocos milímetros, mientras que su distancia entre ejes es 50 mm mayor.
Este SUV coreano compite con un sinfín de rivales. De hecho, una treintena de modelos compactos constituyen actualmente uno de los nichos de mercado más populares y lucrativos. Pero eso no impide que el Tucson siga siendo un modelo popular para los europeos. Para 2019, el fabricante ofrece a los consumidores un modelo renovado. Este Tucson mantiene la arquitectura del modelo de tercera generación lanzado en 2015. Sin embargo, presenta rasgos ligeramente revisados con una nueva parrilla y faros LED, que se presentan como un toque de alta tecnología, una característica reservada a la versión más cara. Otros cambios estéticos en los parachoques, los paneles de los balancines, las luces traseras y las llantas también distinguen a este modelo del Tucson 2018.
Para el año modelo 2019, el diseño interior adquiere un nuevo aspecto con un salpicadero superior rediseñado. Está revestido de un material suave al tacto y realzado con una doble costura que sugiere una calidad más premium. En algunas versiones, esta impresión se refuerza con una nueva tapicería de cuero repujado. A bordo, el conductor queda inmediatamente impresionado por la posición de conducción, el grado de confort, la presentación, la calidad de los materiales y el acabado, así como la versatilidad que se promueve. El amplio interior del Tucson sigue siendo uno de sus puntos fuertes. Tanto delante como detrás, resulta acogedor para los adultos con mucho espacio lateral y, más concretamente en la parte trasera, un espacio relativamente generoso para las rodillas y los pies, una cualidad de la que carecen muchos de sus competidores. E
l Tucson es fácil de usar para todos y cuando las cosas son fáciles, uno se siente mejor por ello. Los asiduos al Tucson pronto notarán la nueva pantalla táctil «flotante» en el centro del salpicadero. La pantalla de 7 pulgadas (8 pulgadas para las versiones equipadas con navegación) permite controlar varias funciones de un sistema multimedia con Apple CarPlay y Android Auto. El maletero también es muy práctico gracias a su amplio y flexible volumen. De hecho, al levantar el portón trasero se descubre un gran espacio de carga sin un umbral incómodo, que puede expandirse de forma uniforme (plana) cuando se abren los respaldos de los asientos traseros 60/40. Sin embargo, este maletero no es fácil de convertir, ya que los respaldos ofrecen cierta resistencia al bajarlos o subirlos.
El interior de las versiones más asequibles, que cuentan con asientos de tela negra, parece un poco soso, salvo por el nuevo salpicadero, que la pantalla flotante hace menos macizo. En cambio, el interior de las otras versiones, con tapicería de cuero, ofrece un aspecto mucho más agradable. Los asientos son cómodos y confortables. Hyundai ha tenido la buena idea de utilizar materiales de tacto suave donde descansan los codos y las rodillas de los ocupantes. El resultado es una posición de asiento muy cómoda. En definitiva, elegir el Tucson supone dar más importancia al confort de los ocupantes, a la versatilidad del maletero del vehículo, pero también al placer de conducción, cualidades nada desdeñables para esta categoría de vehículos.
La compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto está asegurada. El sistema BlueLink de Hyundai ofrece tecnologías como el cierre y desbloqueo a distancia, una función de localización de vehículos, una asistencia en carretera más completa y una función que facilita la recuperación de vehículos robados. Se puede acceder a todas estas funciones a través de una aplicación del teléfono o mediante los botones del espejo retrovisor. Como extra, el vehículo ofrece carga inalámbrica para teléfonos móviles, así como puertos USB para la segunda fila de asientos.
El Tucson viene con una serie de características de seguridad, indica el concesionario Crestanevada de coches de segunda mano en Barcelona. Entre ellos se encuentra el aviso de colisión frontal con frenado automático. El asistente de mantenimiento de carril también es de serie. Es funcional a velocidades superiores a 64 km/h. Esta función puede ser molesta, ya que si se cruza una línea sin el indicador encendido, se puede sentir que la dirección intenta intervenir. Afortunadamente, el sistema se puede desactivar.
Otras características disponibles en las versiones de gama alta son la detección de peatones, las luces bajas automáticas, una cámara de 360 grados, el control de crucero adaptativo con capacidad para parar y avanzar en el tráfico denso, y un sistema que supervisa la atención del conductor y emite una advertencia cuando es necesario.
Se presenta un sistema microhíbrido. Su objetivo es limitar el consumo de combustible y, por tanto, las emisiones de dióxido de carbono. Está equipado con el motor diésel más grande, el 2.0 CRDI de 185 CV, que sólo está asociado a la tracción total y a una nueva transmisión automática de 8 velocidades. El 1.7 CRDI de 116 y 141 CV se sustituye por el último 1.6 CRDI en dos niveles de potencia: 115 y 136 CV, el primero acoplado sólo con transmisión manual y 4×2, el segundo puede beneficiarse de la transmisión 4×4 y de la caja de cambios de doble embrague 7DCT. Este 1.6 CRDI también podrá beneficiarse de la opción microhíbrida en un futuro próximo.
Por último, los motores de gasolina son el 1.6 GDI de 132 CV y el 1.6 T-GDI de 177 CV, con opción de 4×2 o 4×4 y caja de cambios manual o 7DCT.
El Tucson es un SUV de aspecto sencillo, pero que lo hace todo bien. Se ve bien, se conduce bien y es asequible. La competencia es feroz, pero el Tucson tiene todas las bazas para seducir, incluso frente a competidores como el Peugeot 3008, el Renault Kadjar o el Volkswagen Tiguan.