Puede que hayas oído el término «entrenamiento de fuerza funcional», una palabra de moda en la comunidad del fitness, pero ¿qué significa exactamente? Esto es lo que necesita saber sobre el entrenamiento de fuerza funcional y el papel clave que puede desempeñar como parte de un programa de rehabilitación o una rutina de acondicionamiento físico que dé resultados.
Para entender mejor lo que es el entrenamiento de fuerza funcional, primero tenemos que echar un vistazo al entrenamiento de resistencia tradicional. La mayoría de los programas tradicionales de entrenamiento de resistencia en los gimnasios hacen hincapié en ejercicios dirigidos a músculos individuales o grupos de músculos. Algunos ejemplos de estos ejercicios incluyen el press de banca, el curl de predicador, el press de pierna, la extensión de pierna, el curl de pierna y la extensión de tríceps.
Estos ejercicios se realizan utilizando bancos o máquinas, que proporcionan un apoyo externo. Típicamente realizados por fisicoculturistas, estos ejercicios no requieren mucha estabilidad. No se asemejan a las actividades diarias o deportivas y no desafían la coordinación, el equilibrio, la propiocepción (la capacidad de determinar la posición de su cuerpo en el espacio) o el control motor general.
Si bien este tipo de entrenamiento puede ser útil para aumentar la masa y la fuerza muscular, no mejora mucho su capacidad general para realizar actividades diarias o acciones deportivas específicas.
Ahora que tenemos una idea de lo que es el entrenamiento de fuerza tradicional, volvamos al entrenamiento de fuerza funcional. El entrenamiento funcional es simplemente un entrenamiento que sirve al propósito para el que fue diseñado. Para un fisicoculturista, el propósito del ejercicio es simplemente aumentar la masa muscular. No hay otro rendimiento deportivo o habilidad involucrada, así que en teoría, el levantamiento tradicional podría considerarse «entrenamiento funcional» para un culturista.
Para un atleta de alto rendimiento, el objetivo del entrenamiento es aumentar el rendimiento deportivo. Se trata de un objetivo mucho más complejo de lograr, ya que los atletas realizan movimientos a través de múltiples planos que requieren una increíble concentración, estabilidad, coordinación y equilibrio. Necesitamos un método completamente diferente de entrenamiento de fuerza adaptado a cada atleta individual.
El entrenamiento de fuerza funcional utilizado por los atletas está diseñado para mejorar la facilidad, la eficiencia, la fuerza y el control con el que son capaces de realizar actividades específicas. Este tipo de entrenamiento hace hincapié en los ejercicios de todo el cuerpo en múltiples planos, centrándose en los movimientos que imitan las actividades diarias y deportivas en lugar de ejercitar músculos o grupos de músculos específicos. Este tipo de entrenamiento no utiliza soportes externos. Requiere concentración y mejora la propiocepción, el equilibrio y la coordinación.
Los pacientes de todo tipo también pueden beneficiarse de un programa de entrenamiento de fuerza funcional como parte de un programa de rehabilitación. El entrenamiento de fuerza funcional puede ayudar a los pacientes a realizar las tareas y actividades diarias que hacen regularmente en casa o a trabajar más fácilmente después de una lesión o una cirugía. Por ejemplo, si la ocupación del paciente implica levantar cosas pesadas, es posible desarrollar para ellos un programa de entrenamiento de fuerza funcional centrado en la elevación.
El entrenamiento de fuerza funcional con énfasis en el movimiento puede ser muy adecuado para la rehabilitación y la prevención de lesiones, así como para la mejora de la capacidad funcional general, desde la facilidad de movimiento en el día a día hasta el rendimiento recreativo y deportivo, puntualizan desde Fisioterapia Clinic. Asegúrese de que su programa se adapta a sus necesidades consultando a un profesional cualificado que pueda identificar cualquier disfunción funcional del movimiento.